Toda Iberoamérica esta enfatizándose en las 4s’ de la gastronomía. Puerto Rico no es la excepción, nos dirigimos a una cocina:

  • Saludable
  • Sustentable
  • Solidaria, y
  • Satisfactoria

La Pandemia nos ha tocado fuerte y debemos asimilar estos conceptos en nuestra vida diaria. Hablar de Pandemia es imaginar las filas del supermercado, los take out de los restaurantes, la búsqueda y consumo de los platos preferidos sin importar las consecuencias y el disparo de las ventas por internet de productos de la cocina tradicional puertorriqueña. Se nos olvidan los desposeídos, el sector que sufre de hambre y están vulnerable al no existir una seguridad ni una soberanía alimentarias en nuestro país.

Hemos tratado de contrarrestar esta Pandemia con diversas acciones, necesitamos ir al supermercado para abastecernos de comida procesada, como si esa acción ayudara a detener el virus. Mientras tanto, los productos agrícolas se regalan porque no los valorizamos y no hay quién los compre. Otros como los dueños de pequeños comerciantes luchan por mantener sus ventas y ofertas y darle vida a cientos de cocineros, meseros y el resto del personal de la industria de la hospitalidad.

Un dato curioso es el resurgir de las cocinas tradicionales y sus lazos culturales. Se han preparado recetas de la abuela, hemos comido en familia y disfrutado lo que mamá o la tía nos cocinaban para consentirnos. Aquella cocina de confort que nos complacía en un día lluvioso, cuando nos enfermábamos o estábamos tristes. El compartir y cocinar en familia se puso de moda. Todas las destrezas culinarias escondidas, imaginadas o aprendidas han florecido durante la Pandemia. Se les cayó la teoría de que no somos un pueblo de emprendedores. No sólo estamos reinventándonos, sino que estamos ofreciendo comidas y servicios a través de la internet. Incluimos en nuestra oferta pastelillos, bizcocho, postres, bebidas, cocteles, platos y menús en combo y completos. Incluimos los cocineros o chefs que ofrecen sus servicios directo al hogar.

Todo este resurgimiento de nuestra cocina tradicional y nuevos métodos de hacer negocio nos emociona. Entonces sugerimos, detenernos un instante en esta vorágine de esta Pandemia que nos consume las fuerzas y no vemos el final, que seamos empáticos con los menos que tienen y fortalezcamos las futuras generaciones. Tomemos conciencia y apoyemos aquellos que no tienen que comer durante la Pandemia:

  • No bote más comida.
  • Comparta su comida, con los menos afortunados.
  • Coma para alimentarse y nutrirse.
  • Consuma producto locales y limpios.
  • Prepare huertos urbanos sostenibles.
  • Eduque hacia una gastronomía sostenible integral.
  • Asuma una responsabilidad social y ambiental.

Luchemos por edificar una sociedad que incluya las 4’s y una gastronomía sensible hacia aquellos que sufren de hambre en nuestro país y las Américas. La Pandemia pasará, pero continuará la inseguridad y la ausencia de la soberanía alimentaria.

Aquí les comparto algunas de las alternativas que jóvenes y no tan jóvenes ponen a nuestra disposición para combatir el hambre, la Pandemia y el deseo de comer productos que produce la Madre Tierra.

Wanda I. Pantojas Rivera, Consejo Profesional de Gastronomía de las Américas/PR
cocinaculturalpr.com
[email protected]
instagram.com/wipr09

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